La salud y el bienestar de nuestras mascotas son de suma importancia, y parte de ello implica llevar a nuestros consentidos al veterinario para chequeos regulares y atención médica cuando sea necesario. Sin embargo, para muchos peludos, estas visitas pueden ser estresantes y aterradoras.

En este artículo, te proporcionaremos consejos y estrategias para preparar a tu mimado para una visita al veterinario de manera que la experiencia sea más relajante y sin estrés tanto para él como para ti.

1. FAMILIARIZACIÓN CON EL KENNEL:

Antes del día de la visita, asegúrate de que tu perro esté familiarizado y cómodo con su kennel o jaula. Para esto deja el kennel o jaula en un área accesible de la casa y coloca dentro algunas de sus golosinas favoritas o su manta para que asocie el lugar con cosas positivas. Realiza sesiones de entrenamiento cortas donde tu perro entre y salga voluntariamente de él, y recompénsalo con elogios y snacks para crear una conexión positiva con el mismo.

2. VIAJES DE PRÁCTICA:

Si tu peludito solo viaja en coche para ir al veterinario, puede asociar el automóvil con una experiencia estresante. Para evitarlo, realiza viajes cortos y placenteros en coche con tu perro y ofrécele snacks o juguetes para mantenerlo ocupado y distraído durante el trayecto. De esta manera, reducirá su ansiedad al acercarse el día de la cita.

3. ACLIMATACIÓN A LA SALA DE ESPERA:

La sala de espera de una clínica veterinaria puede estar llena de olores y sonidos desconocidos para tu consentido, lo que podría aumentar su nivel de estrés. Antes de la visita, lleva a tu perro a la clínica y permítele explorar y olfatear el área de la recepción con calma. Asegúrate de tenerlo con una correa segura y tranquila para evitar posibles encuentros incómodos con otros animales.

4. SOCIALIZACIÓN:

Un mimado bien socializado es más propenso a manejar situaciones nuevas con menos ansiedad. Es por eso, que siempre es importante la socialización con otros perros y personas para que tu peludo esté más relajado y confiado. Antes de nada, toma en cuenta que las interacciones sean seguras y controladas.

5. JUEGOS DE SIMULACIÓN:

Antes de la visita real, realiza juegos de simulación en casa para reproducir algunas actividades que el veterinario pueda realizar. Tocar sus patas, orejas y examinar su boca son acciones que puedes ensayar con tu perro. Recompensa su cooperación con premios y elogios para reforzar su buena actitud.

6. MANEJO POSITIVO DURANTE LA VISITA:

Durante la visita al veterinario, mantén una actitud tranquila y positiva para transmitirle seguridad a tu consentido. Si él está ansioso, evita acariciarlo o reconfortarlo excesivamente, ya que podría interpretar eso como una confirmación de que hay algo de qué preocuparse. En cambio, utiliza una voz suave y firme para tranquilizarlo y distráelo con golosinas o juguetes.

Preparar a tu mimado para visitas al veterinario puede requerir tiempo y paciencia, pero los esfuerzos valen la pena para una experiencia sin estrés para ambos. Recuerda que el veterinario es un aliado en el cuidado de tu peludo, y es importante hacer que la experiencia sea lo más positiva posible.